Levantas la mano muy rápido y todos creen que sabes la respuesta, pero sólo estás señalando al techo. Porque crees firmente que la respuesta era "techo". La pregunta era "¿capital de Liberia?".
Me levanto entre sudores y sábanas arremolinadas, abriendo en canal las pesadillas que copan mi sueño y grito, ronco, con la voz ajada, expulsando más aire del que necesitan mis palabras: "¡Ay, la prima de riesgo, ay". Y vuelvo a dormir como si nada hubiera ocurrido.
—Buenas tardes. Mire, es que veo que la luna está casi llena y tenemos una duda aquí mi cuñado y yo: ¿cómo se sabe si está creciente o decreciente? —Se ha equivocado, de eso no tengo ni idea. Usted está llamando a Carglass. —¿Y no entienden de lunas?
Ya ves, chaval. Y hace tiempo escuché a una chica, que hizo el servicio militar en el centro de vigilancia de esa zona, que decía que allí saltaban todas las alarmas con que se acercara una paloma.
Hoy hace dos años que unos cabreros en mobillette entraron con ametralladoras en una de las fronteras con más militares y tecnología de vigilancia del mundo.
El problema no es que sean ricos, es que siempre han sido ricos; y sus padres; y sus abuelos. La gente que viene de pasarlo mal y se hace rica tiene más probabilidades de hacer cosas buenas por la sociedad. Aunque también puede romper en hijo de puta. Sin herencias el mundo sería un lugar mejor.
Estéticamente superiores dicen. Los chavales con look Transición y las chavalas que parecen que se han escapado de una comunidad mormona de hermanas-esposas.