Como presidente anónimo vitalicio de la sociedad del snobismo chilango, mi diagnóstico científico es que los mexicanos que vivimos en México y posteamos regularmente en esta rs, somos súper snobs.
Soñé toda la noche con “Hang me oh hang me” del Alcalde de la calle MacDougal, cuya versión de "Die Moritat von Mackie Messer" en la traducción estándar de Marc Blitzstein, es mi favorita. Y que tengan un bonito fin de semana todes por aquí.
La Ciudad de México encuentra siempre nuevas formas de destruir tus integridades física y mental. Realmente te mantiene humilde. Que Dios bendiga el camino lleno de baches, inundaciones, ratas y ratas, cochistas, motosimios, de lxs chilangxs.
Adopté un perrito y la reacción inicial de mi gato fue la más dramática, mi carnal se quedó dos días en la ventana pegado, cagó afuera del arenero, siseó, maulló. Dos semanas después ya están en este punto, y me regala esperanza y alegría.
Hoy es uno de esos días en los que parece que la única persona cuerda en el mundo es Greta Thunberg. Y la cordura en este mundo se paga con violencia y humillación porque that’s just how mfs roll. Muerte eterna al setenta veces siete maldito etnoestado genocida de Israhell.
Que falleciera Assata Shakur justo cuando la estrenaron tal vez fue lo que hizo evidente para mí el poco cuidado que se le dio a una figura históricamente tan relevante para entender la sociedad gringa de los últimos cincuenta años, y que es el meollo real de la acción directa en USA.
‘Una batalla tras otra’ me parece un buen test de litmus respecto al racismo. Es una peli magistral y lo que más me gustó es cómo pintan a los mexas y el papel de Benicio (y la cinematografía), pero la forma en cómo pinta a mujeres negras que sucede que son revolucionarias es sumamente problemática.
En mi escena favorita de las películas de este año dos lesbianas se dedean mutuamente en la barra de un bar de policías sin que nadie se dé cuenta. Y son Margaret Qualley y Aubrey Plaza.