si el BBVA fuera un varón español de entre 18 y 24 años de clase baja ahora mismo estaría desquitándose gastando parte de la inversión en la whiskería más cercana.
hoy he estado en Barcelona y he vuelto con el móvil y la cartera, además de que no me han apuñalado. Lo que si he visto es más tiendas de campaña de indigentes que la última vez.