Cortometraje patrocinado por el Ministerio de Igualdad para concienciar sobre la violencia vicaria, que realmente logra su objetivo, aterra y remueve por dentro, pone muy mal cuerpo en algún momento, y la actuación-narración de Ester Expósito es tremenda.
Cortometraje patrocinado por el Ministerio de Igualdad para concienciar sobre la violencia vicaria, que realmente logra su objetivo, aterra y remueve por dentro, pone muy mal cuerpo en algún momento, y la actuación-narración de Ester Expósito es tremenda.
Ya, si es que no había duda. La misma forma que tienen de hablar las tiendas 24 horas o las cadenas de comida rápida. Menudo hijo de puta.
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A pesar de que la animación de Fortnite es fea como pegar a una madre, de los continuos cameos de personajes del juego que te sacan de honda, y de la absoluta falta de sangre (convertida en luz azul)... Sorprendentemente se sienta como +
A pesar de que la animación de Fortnite es fea como pegar a una madre, de los continuos cameos de personajes del juego que te sacan de honda, y de la absoluta falta de sangre (convertida en luz azul)... Sorprendentemente se sienta como +
What crisis de los 30 does to a millennial
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Sin duda, el rollo visual de Eduardo Casanova es único, menuda delicia visual de serie, con sus inconfundibles decorados y vestuarios de colores pastel, con borbotones de sangre ultra-estilizados a ritmo musical, y con unos maquillajes prostéticos vampíricos que son brutales.
Sin duda, el rollo visual de Eduardo Casanova es único, menuda delicia visual de serie, con sus inconfundibles decorados y vestuarios de colores pastel, con borbotones de sangre ultra-estilizados a ritmo musical, y con unos maquillajes prostéticos vampíricos que son brutales.
Pero qué hijos de puta.
Pero qué hijos de puta.