Hablamos del amor y miedo de la guerra y los celos del pobre y el anhelo y somos incapaces de de escribir algo que refleje lo que somos cada día ahora cinco minutos antes de que leyeras esto.
Ni a be be a ni rimar con la uve doble es revivir aquél paseo solo en las calles del Perchel cuando di la vuelta al cassette alcé la vista y, por un momento, nada necesitaba tener sentido.
Y me aburre ver batallas insulsas para mostrar quien puede, consigue, es, metralletas y medallas pinturas y esculturas y yo solo quiero escuchar esa rima que me vuele la cabeza ese símil que por fin refleje eso eso eso que tengo en la punta de la lengua en el extremo del axón y que nunca encuentro.
Quizás solo os escucho por las letras por las palabras suaves que se deslizan como un derrumbe lento implacable Quizás solo por eso os escuche. Toda una cultura underground todo un respiro todas las plazas llenas de ancianos y niños de gallos y gallitos.
Yo conseguiré más. Mucho más En mil años el mundo será distinto. Se estudiarán los hitos. Y uno será el mío. Una nueva forma de entender la humanidad, las relaciones, el propio ser humano Al parecer, una vez, una gente Tú solo quieres un capricho Lo mío es la bacanal. Tú te contentas con onanismo
El amor es la frustración de aquellos que no se atreven a trascender. No mando nada, pero soy su mundo. Mi vida es una mierda, pero mira que mal ha quedado el otro desde que le dejé. Ven a mis brazos, prometo no hacerlo de nuevo. Te perdono.
Cuánto te quiero, cuánto te necesito, sé mía. Sin ti no soy nada. Aléjate del otro, ven a mis brazos, quiero morir en tu veneno. Lo haré todo por ti. Por tu amor. Nunca cambies, has cambiado, envejezcamos juntos muramos juntos. ¿A quién queréis engañar?
Me han hablado de la soledad y del amor, de la necesidad de un abrazo en un sofá mientras decaemos y morimos. Señaló mi utilitarismo, mi hedonismo, mi distancia. Mi desprecio, mi sarcasmo, mi arrogancia. Pero tu eres quien quiere usar al otro y que encima te de las gracias.
Y, aunque aún no me conozcas, aunque cuando escribo esto soy un personaje anónimo, yo pervivirá. Yo pasaré a la historia. Así que retomo. Te muestro mi camino hasta aquí. Y seguimos. Permanece atento.
Y Elon Musk no merece mi impacto. Porque seré un psicópata, pero jamás seré un nazi. Atento, que he vuelto. El rico tras esto no será mejor, pero está callado. Vivir es darle poder y, aún así, no será capaz de llegar donde llegaré yo. Porque su nombre se perderá, es que ni siquiera te lo sabes.
Es que ni siquiera me he ido a Mastodon, donde están los hippies, los punkis, los hackers y sus putos muertos a caballo, con ADSL todos. Por eso estoy aquí. En bluesky, haciendo de nuevo lo que ya he hecho para que llegue a cuatro gatos. Pero no es impacto lo que busco. Es un manifiesto. Un recuerdo
¿Qué hago aquí? Un cínico como yo, que sabe que ya despertar abrigado en una cama es un privilegio, yéndose a una red social de pijos punkis, de esos que se alquilan la casa okupa.
¿Que la niña qué? Nada, una estúpida enamorada. Ni sabrás de ella. Lo que imparto soy yo. Y, a ratos, el autor. Vuelvo. Dejemos al autor de lado. De momento. Vamos a lo que vamos. Yo. Que es lo importante.