Más aún, vivimos en una sociedad donde la ideología pesa bastante. No se podría entender por ejemplo cómo se sostiene el gobierno actual. La economía, educación, salud, transporte, vivienda y varias cosas más importan. Pero hay veces que la ideología pesa en un grado que no alcanzamos a dimensionar

Acá lo más liviano que le dijeron fue Mangione haceme un bepi

líneas generales, pero no de un plan de gobierno. Eso es lo que faltó al gobierno anterior, un plan. No había un plan, o más bien, un solo plan. Había un terreno en disputa donde no había acuerdo de quien imponía a quien el plan de gobierno. Una lástima como terminó esa experiencia.

candidatura. El nivel de gestualidad, simbología, poesía, cinematografía que le puso a esa estrategia y que le rindió los frutos electorales que esperaba, pero que se quedó corta porque no había arreglado lo más importante: el después. Porque es evidente que habían hablado de un cogobierno en

paliza que logró darle a Cambiemos en las PASO, sino además la majestuosidad de los detalles en todo el plan: desde el título de su libro Sinceramente, que había sido la firma de la carta de renuncia de Alberto como su jefe de gabinete después de la 125, y que ella publicó meses antes de anunciar la

los partidos de Alt-right, del discurso de anti política que se instaló como reguero a fines de la década de los 90 y después contra los gobiernos progresistas más cerca en estos tiempos… No, no, Roma no se construyó en un día