Abrir la puerta a la globalización ubercapitalista (en la que vivimos ahora) significaba también que las compañías ya no tendrían por qué querer o presumir de símbolos nacionales. Me hace pensar mucho en las consecuencias que no prevén los que ya están planificando su anhelado pendulazo

Con una servilleta (me hace pensar en Laffer también y la querencia de esta gente por hacer chorradas con ellas), apelando a recuperar la bandera británica para regocijo del personal presente. Gray (que no es progre precisamente) apunta muy bien que no era capaz de ver que arrasar el estado social

Q pandilla d sinvergüenzas