Pero, ¿qué queda de ella? Calles colonizadas por franquicias, locales extranjeros, y un turismo que borra nuestra identidad.
Celebramos entre ruinas culturales, mientras se vende el alma de esta tierra al mejor postor.
¿Día de qué Canarias?
Pero, ¿qué queda de ella? Calles colonizadas por franquicias, locales extranjeros, y un turismo que borra nuestra identidad.
Celebramos entre ruinas culturales, mientras se vende el alma de esta tierra al mejor postor.
¿Día de qué Canarias?