Talleres jugaba de local contra uno de los equipos de peor rendimiento en el campeonato que, además, tenía a muchos jugadores fuera por lesión.
Si no pudo sortear ese obstáculo en un partido definitorio y en un contexto favorable, quizás no estaba para ser campeón.

Se llegó a un punto -para mí, favorable- en el que el torneo es más importante que cualquiera de los participantes.
El hecho de que entregue una plaza directa de Copa Libertadores lo hace una meta para todos en la planificación del año.
Deben defenderla y fortalecerla.

A Vélez se le llenó el partido de preguntas.

Primero Cavani y ahora Zeballos. Si dejan atrás el mal primer tiempo que jugaron, Boca tiene las chances intactas aún jugando con diez.

Zafó Advíncula. Se daban las cuatro condiciones de la.ocasión manifiesta de gol, pero Echavarría no se animó a expulsarlo.

Este sí es el Cavani que conocíamos.
¡Qué hermoso cabezazo!

Cada vez que Echavarría lo advierte a Marchiori y no lo amonesta por demorar, termina siendo cómplice del arquero en la pérdida de tiempo.

Los tres más adelantados de Boca (Cavani, Zeballos y Zenón) deben estar jugando su peor partido en mucho tiempo.

Toda de Figal. Él habilitó a Pellegrini y él la metiò en contra.

A los pocos días, mi amigo alemán me escribió para decirme que habían recibido la respuesta de la secretaria del abogado. El costo de la entrevista era de 100.000 dólares.
Obviamente, desistieron.

Alguien me pasó la dirección de correo electrónico de la secretaria del abogado que manejaba las cosas de Maradona. Se la reenvié a mis amigos alemanes, les ofrecí colaborar si necesitaban alguna traducción y les dejé claro que yo me apartaba de esa gestión a partir de ese momento.

Les dije que podía buscarlo, pero que una vez que lo consiguiera yo iba a abrirme de la gestión. No quería que ellos pensaran que yo también era parte de la "cadena de costos" de este intento. Yo no quería ir en nada. Solamente intentaba ayudar a la gente que tan bien me había tratado allá dos años.

Los alemanes duplicaron la oferta y a Fulanito también le pareció poco. Era llamativo que ni siquiera lo consultara, porque sus respuestas eran inmediatas.
Ante el segundo rechazo, los alemanes me preguntaron si no había otro camino para llegar a Diego.