En fin, preguntas sin respuestas, pensamientos que a una le pasan por la cabeza cuando reflexiona sobre si misma.

En cualquier caso, estoy de celebración.
FELIZ CUMPLESABIOS, Némesis!

Si me dicen, hace quince años, que estaría en el punto donde me encuentro hoy, simplemente no me lo hubiera creído. Porque es increíble cómo puede cambiar tu vida.

Pero mi duda sigue siendo la misma de hace quince años. ¿He conseguido que “Los Otros” me entiendan?

Me ha llevado muchos años sanar la parte de mí que podía curar. Hoy hace quince años que inicié esa recuperación. Son quince años viviendo fuera del Averno, sanando, buscando visibilizar e intentando dar voz a las personas supervivientes ASI.

Como superviviente ASI, una parte de mí está rota. Siempre lo estará. Al igual que una persona que ha perdido un brazo o una pierna, o que utiliza una silla de ruedas para moverse, hay cosas que haré de manera distinta para compensar el lado roto de mi alma.

Pero tampoco significa que estemos desahuciados como víctimas. Ni que nuestro daño nos haga irrecuperables. Hay personas que cuando conocen nuestra historia creen que pasaremos toda nuestra vida llorando por las esquinas, pidiendo compasión o perdidas en nuestro trauma.

Necesitaba que entendieran que cuando cesa el abuso no cesan los problemas, ni el miedo, ni la soledad, ni nos convertimos de repente en personas felices que disfrutan de la vida porque es maravillosa.
Esos finales de cuento no existen por más que la ficción se empeñe en ello.

Un trabajo de noches en vela, lloros, frustraciones, caretas, autocastigos, reproches recibidos si sacas “el temita”, incomprensiones de los demás, donde acabas alejándote de las personas a las que más quieres, porque por mejores intenciones que tengan, estorban más que ayudan….

Que el mundo conociera qué hay detrás de esas entrevistas en las que el periodista siempre cierra con un “Bueno, pero ahora ya lo has superado”, como si el simple paso del tiempo hiciera la magia, como si no hubiera un durísimo y dolorosísimo trabajo personal detrás.

Mi intención era que me leyeran sobretodo “Los Otros”, los “No ASI”, los que no son víctimas o supervivientes de esos abusos. Porque yo necesitaba que ellos entendieran lo que significa ser un superviviente ASI.

Cuando lo abrí pretendía mostrar al mundo mis escritos (la idea original era un libro que no descarto publicar algún día con todo mi blog) pero no quise escribir sólo para los ASI, para los que hemos sufrido abusos sexuales en nuestra infancia.