Por eso, cuando la historia juzgue a este gobierno, las justificaciones como “malentendido”, “error logístico”, “esperen, ya viene” no bastarán. Se exigirá que respondan por casos como la niña de San Martín. Y, sobre todo, por el deterioro cada vez mayor de la salud pública en general.

Y pensar que el Perú había alcanzado avances considerables en el combate al VIH y el SIDA. Durante los últimos años. Se habían ganado batallas. Se habían dado pasos firmes.

He hablado con varias voces afectadas: madres que improvisan, pacientes que viajan de hospital en hospital, activistas que se cansaron del silencio oficial. Todos coinciden en lo mismo: hacen falta medicamentos en las farmacias. Y hacen falta respuestas públicas, responsables, urgentes.

Y mientras los medicamentos llegarán, supuestamente, en envíos prometidos para 2026 o 2027. En paralelo, el Minsa publica comunicados que hablan de abastecimiento garantizado, sin explicar por qué en muchos establecimientos las estanterías están vacías.

También hay violencia institucional: 23 denuncias por discriminación en centros de salud y 14 por violación de confidencialidad; se han probado incluso casos de mujeres no atendidas durante el parto, cuyos bebés terminaron en cuidados intensivos.

Marlon Castillo, portavoz de GIVAR, me contó que “desde diciembre no hay medicamentos en Trujillo y Chiclayo en EsSalud; las autoridades son indiferentes”. “Podemos morir”, advierte otro activista.

El conflicto ya llegó a la justicia. En enero de este año, el Segundo Juzgado Constitucional de Lima admitió una demanda contra el MINSA por el desabastecimiento de antirretrovirales, interpuesta por GIVAR, AIS y Promsex. Sin embargo, el juez no se presentó a la audiencia.

GIVAR advierte que la situación es crítica, asegura que no se trata de un error. Se trata de una negligencia sistemática. Su voz acompaña las cifras del informe interno de la DIRIS Lima Centro que indica que medicamentos esenciales aparecen con 0 % de stock en el tercer trimestre de 2025.

La semana pasada, más de un centenar de personas con VIH realizó un plantón frente al Minsa para denunciar la falta de medicamentos y exigir que se resuelva una crisis que lleva más de un año en desarrollo. Frente a los carteles, los funcionarios miraron por la ventana. Pero no bajaron.

Pacientes en Lima, Trujillo, Ayacucho y otras regiones han denunciado fallas similares. El sistema GIVAR —que vigila la atención a personas con VIH— reportó, hasta julio de 2025, 154 denuncias de vulneración al derecho a la salud, de las cuales 103 corresponden a desabastecimiento de retrovirales.

Su madre hace malabares diarios para calcular la caducidad de un tratamiento casero. “Nos dijeron que esperemos”, manifiesta. Pero ella y su niña han esperado ya demasiado tiempo.
No es un caso aislado.

El Gobierno de la presidenta Dina Boluarte y dirigido ´técnicamente´ por el ministro César Vásquez no han reaccionado a la altura. Lo supieron en abril, en junio. Y ahora, dicen, están “revisando posibilidades” mientras esta niña toma un jarabe improvisado, sin refrigeración ni control.