Las 4 primeras cosas que aprendí cuando me convertí en madre: el tiempo es valiosísimo, el sueño es esencial, el terror más absoluto es que les pase algo a tus hijxs y ducharse a diario está sobrevalorado.

La libertad sin igualdad es tiranía.

Mis peques están jugando a, y cito textualmente, "las mamás, los papás y las mascotas". Ella es la mamá, él es el gato.

Haber nacido en un país pobre o en un país en vías de desarrollo no es ninguna vergüenza. Vergüenza me daría ser una clasista de mierda y tener la mente tan pequeñita como para reducir el valor y la riqueza de centenares de culturas al tronco de un idioma. Eso sí que es ser pobre.

Lily Collins se ha comprado un bebé. Otra mujer rica y famosa que decide utilizar el cuerpo de una mujer precarizada para gestar.

Me siento estafada. Tengo un cuerpo que ha parido a dos hermosas criaturas pero no es capaz de aprovechar el machaque que me pego en el gimnasio para bajar mi suntuosa lorza.

Y ahora que mis hijos no suelen despertarme, me despiertan otras cosas.

Las otras cosas:

Veo fotos de mis peques cuando eran bebés y pienso, joder, qué preciosos eran. Entonces me doy cuenta de que apenas recuerdo nada de esa época porque tenía el cerebro frito entre las hormonas y la privación de sueño y... bueno, pues que les prefiero ahora.