—¿Por qué me sentiría mal? Es abrumador pero... No es una mala sensación ni es desagradable, es... Extraña... Pero quisiera más...
—¿Por qué me sentiría mal? Es abrumador pero... No es una mala sensación ni es desagradable, es... Extraña... Pero quisiera más...
Porque también siente mucha curiosidad al respecto. Acarició con cuidado el hombro y luego bajó hasta el pecho del fae, como si intentara grabar el tacto, grabarse en su mente la >
Porque también siente mucha curiosidad al respecto. Acarició con cuidado el hombro y luego bajó hasta el pecho del fae, como si intentara grabar el tacto, grabarse en su mente la >
—También me es agradable... Me siento... Libre.
—También me es agradable... Me siento... Libre.
Y sonrió, sintiendo el calor concentrarse en su mejilla.
—No suelo atender a los comensales directamente... Lo hacía contigo por lo que ya te conté... Pero también porque... Me dabas mucha curiosidad.
Tampoco quería >
Y sonrió, sintiendo el calor concentrarse en su mejilla.
—No suelo atender a los comensales directamente... Lo hacía contigo por lo que ya te conté... Pero también porque... Me dabas mucha curiosidad.
Tampoco quería >
Le ayudó con los platos antes de salir.
—Rojo... ¿Seguirás yendo al restaurante, verdad?
Mientras caminaban, necesitó preguntar sobre ello.
Le ayudó con los platos antes de salir.
—Rojo... ¿Seguirás yendo al restaurante, verdad?
Mientras caminaban, necesitó preguntar sobre ello.
—Jade...
—Jade...
Pero aún así, sonrió, como si sentirse de esa forma lo hiciera feliz.
Pero aún así, sonrió, como si sentirse de esa forma lo hiciera feliz.
Mientras revelaba eso, sus labios continuaban con el beso y acariciaba el rostro del fae, sintiéndose vivo después de mucho tiempo.
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Mientras revelaba eso, sus labios continuaban con el beso y acariciaba el rostro del fae, sintiéndose vivo después de mucho tiempo.
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Y luego su mente empezó a girar y a girar en miles de posibilidades. Así como en los negocios en su pasado, pensó en miles de variables por su ausencia y de pronto, ante las negativas, empezó a angustiarse.
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Y luego su mente empezó a girar y a girar en miles de posibilidades. Así como en los negocios en su pasado, pensó en miles de variables por su ausencia y de pronto, ante las negativas, empezó a angustiarse.
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—Muy bien, cuando quieras.
Terminó su desayuno y esperó por Rojo.
—Muy bien, cuando quieras.
Terminó su desayuno y esperó por Rojo.
Debía intentarlo, aunque en sus facultades actuales podría hasta aplastar al jefe de Rojo, pero mejor no llamar la atención. Estaba bien conque solo Rojo supiera lo que realmente es.
—Me gustaría ver la feria del puerto, ver si han traído nuevas verduras o no
Porque lo es.
Debía intentarlo, aunque en sus facultades actuales podría hasta aplastar al jefe de Rojo, pero mejor no llamar la atención. Estaba bien conque solo Rojo supiera lo que realmente es.
—Me gustaría ver la feria del puerto, ver si han traído nuevas verduras o no
Porque lo es.
Sonrió sobre sus labios y correspondió el beso, cerrando sus ojos para disfrutarlo aún más.
Sonrió sobre sus labios y correspondió el beso, cerrando sus ojos para disfrutarlo aún más.
Apoyó su frente sobre la contraria luego del beso, tratando de respirar y calmarse, pero le era algo difícil. Al final vuelve a besarlo, abrazándolo fuerte.
Apoyó su frente sobre la contraria luego del beso, tratando de respirar y calmarse, pero le era algo difícil. Al final vuelve a besarlo, abrazándolo fuerte.
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Murmuró contra su piel y dio un par de mimos.
—¿Y tú? ¿Quieres salir...?
Conociendo a Floyd, podría no tener ganas de eso.
Murmuró contra su piel y dio un par de mimos.
—¿Y tú? ¿Quieres salir...?
Conociendo a Floyd, podría no tener ganas de eso.
Su frente se apoyó brevemente contra la de Malleus, cerrando los ojos un instante para dejarse envolver por su cercanía. Sus labios rozaron apenas los ajenos, >
Su frente se apoyó brevemente contra la de Malleus, cerrando los ojos un instante para dejarse envolver por su cercanía. Sus labios rozaron apenas los ajenos, >
—¿De verdad… me ha querido durante todo este tiempo? —preguntó con voz baja, casi temerosa. Sus dedos rozaron con suavidad la mano que Malleus tenía en su mejilla—Y yo, en mi necedad, tan ocupado huyendo de >
—¿De verdad… me ha querido durante todo este tiempo? —preguntó con voz baja, casi temerosa. Sus dedos rozaron con suavidad la mano que Malleus tenía en su mejilla—Y yo, en mi necedad, tan ocupado huyendo de >
Apretó los labios, tragando saliva, mientras >
Apretó los labios, tragando saliva, mientras >
Dejó un beso tembloroso y corto en la mandíbula del rey, antes de volver a hablar, esta vez en un susurro firme contra su piel:
—No necesito cuidado, sino... que continúe y que no me deje volver a dudar de que todavía puedo arder por algo… por alguien.
Dejó un beso tembloroso y corto en la mandíbula del rey, antes de volver a hablar, esta vez en un susurro firme contra su piel:
—No necesito cuidado, sino... que continúe y que no me deje volver a dudar de que todavía puedo arder por algo… por alguien.
—No quiero que se detenga… —dijo al fin, con los dedos enredándose en los cabellos contrarios—. No quiero que piense que estoy pidiéndole esto solo porque estoy mal. Quiero que entienda… le deseo. Lo he deseado desde hace tiempo y me costaba >
—No quiero que se detenga… —dijo al fin, con los dedos enredándose en los cabellos contrarios—. No quiero que piense que estoy pidiéndole esto solo porque estoy mal. Quiero que entienda… le deseo. Lo he deseado desde hace tiempo y me costaba >
Una vez que logró calmarse, buscó su mirada, aunque le costó sostenerla. Sus mejillas se >
Una vez que logró calmarse, buscó su mirada, aunque le costó sostenerla. Sus mejillas se >
—Gracias... —susurró con un hilo de voz, apenas audible, aún con el rostro oculto en el cuello del rey—. No pensé... que pudiera sentir algo así otra vez...
Una parte de él aún temía que todo eso fuera a >
—Gracias... —susurró con un hilo de voz, apenas audible, aún con el rostro oculto en el cuello del rey—. No pensé... que pudiera sentir algo así otra vez...
Una parte de él aún temía que todo eso fuera a >
Sonríe y se oculta aún más, esas palabras le hacen tan feliz cada vez que las escucha.
—Mañana... Salgamos...
Una cita, pueden invitar a Rojo también.
Sonríe y se oculta aún más, esas palabras le hacen tan feliz cada vez que las escucha.
—Mañana... Salgamos...
Una cita, pueden invitar a Rojo también.
—Malleus... No me deje... Así... No sé vaya...
Ocultó su rostro en el cuello contrario y buscó la calma de esa forma.
—No me so... Sobreproteja... Solo... Quédese... Vaya hasta el final...
—Malleus... No me deje... Así... No sé vaya...
Ocultó su rostro en el cuello contrario y buscó la calma de esa forma.
—No me so... Sobreproteja... Solo... Quédese... Vaya hasta el final...