🌲🔥Gracias por leer hasta el final.
Esta es parte de mi tesis y de mi propósito: entender cómo apagar el fuego del cáncer conociendo el viento que lo alimenta. Porque la ciencia necesita observar y comprender para poder combatir. ¿Te interesa seguir explorando este bosque? Este hilo queda abierto 💬

Nuestro cuerpo es un bosque. No basta con apagar las llamas: hay que entender la dirección del viento, las brasas escondidas y el terreno seco que favorece el fuego. 🌲🔥🌬️

Porque el cáncer no nace en el vacío. Se alimenta de un ecosistema alterado. Y la obesidad, muchas veces, es el viento que reaviva el incendio.

La ciencia debe mirar más allá del tumor. Hay que estudiar su entorno, sus aliados y esas condiciones que lo hacen más peligroso.

No se trata solo de "bajar de peso", sino de descubrir cómo la obesidad modifica el comportamiento de los tumores y cómo podemos intervenir en esos procesos invisibles. 🛠️

Nuestro objetivo es claro: entender qué sopla ese viento y cómo detenerlo. No se puede apagar un incendio sin conocer qué lo mantiene encendido. 🔍

En resumen: la obesidad no solo pone en marcha una cascada inflamatoria y hormonal que alimenta el cáncer. También transforma su entorno, haciéndolo más resistente a los tratamientos. 🧩

De hecho, en estamos identificando biomarcadores en este tejido que podrían predecir si el cáncer va a volver. Como un pronóstico del tiempo... pero para incendios celulares. ⏳
rdcu.be/eqFPc

Este tejido peritumoral también cambia con la obesidad: al igual que el bosque que rodea el incendio, este modifica su estructura, sus señales, su comportamiento. Y todo eso puede darnos pistas para anticipar cómo evolucionará el cáncer. 🧠🔬

Otro foco clave: el tejido que rodea al tumor, llamado tejido peritumoral. Es como observar el borde del incendio: allí puedes ver cómo empezó y hacia dónde va. 🌳🚒

Y por si fuera poco, estas células también interfieren con tratamientos como la quimio o la inmunoterapia, haciéndolos menos eficaces. Pero hay esperanza: entender esto abre nuevas puertas. 🎯

…empiezan a liberar señales inflamatorias que, en lugar de ayudarnos, alimentan al cáncer. Son como brasas ocultas que el viento (la obesidad) mantiene encendidas. 🔥🌬️

Las células senescentes son como semáforos rojos, que paran el tráfico para evitar accidentes: dejan de dividirse para evitar errores peligrosos. En teoría, nos protegen. Pero cuando se acumulan en exceso…

Un hallazgo clave de nuestra investigación: cuando hay obesidad, los tumores podrían acumular muchas células senescentes. ¿Qué son y por qué importan? Te lo explico. 👇

La obesidad no solo ayuda a que el cáncer comience: también lo empuja a crecer, expandirse y volver tras el tratamiento. Como un viento persistente que nunca deja de avivar el fuego. 🌬️🔥

¿Y por qué esta conexión? Porque la grasa corporal cambia el vecindario celular, creando un microambiente ideal para que las células cancerosas se multipliquen sin freno🏎️
Imagínate un cóctel tóxico: inflamación crónica, hormonas desequilibradas y estrés celular. Resultado: tumores más agresivos...😈

⚠️ Primero, contexto: La obesidad es la pandemia silenciosa del siglo XXI. Desde 1975, se ha disparado en todo el mundo. Y lo que pocos saben: no solo cambia tu cuerpo… también puede preparar el terreno perfecto para el inicio y la progresión del cáncer. 📈

En este hilo te cuento cómo la obesidad, más allá de lo estético, actúa como una corriente invisible que alimenta el cáncer desde dentro. Una historia de células inflamadas, señales confusas y fuegos difíciles de apagar. 🌬️🔥