Al final, la caridad compra aplausos, pero los impuestos construyen una sociedad; y sin ellos, la filantropía no es más que una máscara para la avaricia.
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¿Vas a hacer tú también una, Ramón Tejero, hijo de golpista?
No olvides confesarte antes... pillín
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La sinvergonzonería del PP tras una catástrofe es legendaria.
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