Esperaba ese café, siendo la primera vez que visitaba ese lugar, le hacía sentir curiosidad al mismo modo que la decoración del establecimiento.

estuviese ligado a su trabajo.

Apartó la mirada de la pantalla cuando la escuchó, sorprendiendole la estatura que ella tiene. Que alta pero la hace ver muy bien.

─── Buenas, pues me gustaría un café solo pero está bien que se acompañe con un pedacito de bizcocho si tienen, por favor.

Debido a su poco tiempo, en esta ocasión tuvo que ir a una cafetería un poco más cerca de si trabajo, quitándole toda oportunidad de poder molestar nuevamente a la mujer que solía visitar pero ahora estaba atareado con su teléfono.

Miraba cosas simples, nada fuera de lo común ni nada que >

─── Claro, los niños y adolescentes salen de clase y buscan dulces.

No es que esté de acuerdo porque si le vieran sería bastante hipócrita.
Apoyó la espalda sobre el respaldo, cruzando las piernas.

Quiere soltar una frase con doble sentido... Carraspea.

─── Si, leche caliente, por favor.

─── Por favor.

Contento se sintió al ver que fue aceptado, dirigiéndose a una de las mesas que había dentro del local, por si algún cliente entraba, no hacerla caminar de más.

─── ¿Suele haber mucha clientela o haces más pedidos?

─── Hmm...

Pensando ha quedado mientras observaba todas las vitrinas, señalando un dulce de chocolate.

─── Quiero ese pero, si no te molesta, ¿quieres acompañarme? Comer solo es un poquitín aburrido.

─── ¿Segura?

Se acercó al mostrador y se apoyó en ella, sin separar la mirada de la mujer aunque a veces la mirada se dirigía a los dulces que habían a simple vista.

─── No quiero molestarte mucho mientras trabajas.

─── Que bien huele.

Habló respirando y que aquel dulce olor poder sentir. Con razón este sitio iba tan bien. Realmente alimenta con verlo.

─── Muy bien, hoy estoy descansado. ¿Y tú estás muy ocupada?