'No tenemos dónde ir', la compra del edificio hace peligrar la supervivencia del espacio vecinal del barrio de Bellas Vistas
La asociación cultural que da forma jurídica al centro vecinal de la calle Almansa conocido como Espacio Bellas Vistas denuncia que el grupo inmobiliario que ha adquirido el edificio les presiona para que se vayan a pesar de que firmaron un contrato hasta mayo de 2026
El huerto vecinal que quiere desalojar el Ayuntamiento en Tetuán convoca una concentración y pide “acudir vestidos de hortelanos”
Aún no había acabado el año 2020 cuando el local del número 22 de la calle Almansa, que tiempo atrás había sido una carpintería, empezaba a cobrar vida. En la puerta podía leerse el siguiente mensaje: “Una vaina vecinal en la calle Almansa”, y en los amplios espacios del semisótano se reunía ya el grupo de vecinos del barrio que había decidido poner en pie un espacio nuevo de sociabilidad y generación barrial cerca de Cuatro Caminos.
La idea había empezado a germinar en el transcurso de la Universidad Popular de Bellas Vistas, la Comisión de Fiestas del Barrio de Bellas Vistas y el Grupo de Apoyo del Barrio de Bellas Vistas, que tomó forma durante el primer confinamiento por la COVID. Se juntaron unas cuantas personas, hicieron un grupo motor y alquilaron un local que en lo sucesivo sería sufragado por los socios.
Poca gente podría imaginar entonces que por la tarima del EBV –colocada por los propios socios– habrían pasado cinco años después decenas de colectivos y se hubieran celebrado centenares de actividades, vecinales o de corte cultural. En el espacio se reúnen los niños del Biblioespacio, los beneficiarios de una despensa solidaria, el Sindicato de Vivienda del barrio, un grupo de apoyo escolar, un colectivo que lucha contra la precariedad, otro que teje...entre muchos otros colectivos.
El Espacio Bellas Vistas –que ha crecido desde entonces con un huerto urbano– se ha convertido en un actor indispensable en la vida de Tetuán y la asociación que le da soporte legal en una nueva vecinal, presente en casi todo lo que se mueve en el distrito. Fue, por ejemplo, una de las convocantes de la manifestación en apoyo a Palestina que recorrió exitosamente la calle Bravo Murillo el pasado 19 de septiembre. Y una de las impulsoras de las reclamaciones contra la proliferación de vivienda turística en Tetuán y la consiguiente reconversión de los locales comerciales del distrito en viviendas.
Sintomáticamente -o no tanto, sabían de qué hablaban- esta última causa tiene que ver con la amenaza que ahora pone en peligro su supervivencia. En un mensaje lanzado a las redes este miércoles, 8 de octubre, advierten: “el espacio está en peligro”.
El fantasma de la presión inmobiliaria ha llegado al espacio vecinal. Almansa-B Living SL, sociedad ligada al holding inmobiliario Barba, compró hace varios meses el edificio de viviendas. Desde entonces, los pisos de los inquilinos del edificio de tres plantas han ido vaciándose pero, como el contrato de Espacio Bellas vistas estaba en vigor hasta mayo de 2026, desde la asamblea del espacio comenzaron un proceso de negociación con el nuevo casero. Al no llegar a buen puerto, explican desde el espacio vecinal, comenzaron los burofaxes y, finalmente, la propiedad decidió romper unilateralmente el contrato aduciendo asuntos formales con los que ellos no están de acuerdo.
“Usan métodos de presión realmente desagradables. Desde hace meses no nos mandan la factura para evitar que paguemos el alquiler, aunque nosotras queramos pagar y se la pidamos constantemente. Hace cuatro meses que no lo conseguimos. Recientemente hemos asistido a una pretendida mediación que se suma a una cadena de episodios de presión. Lo sentimos como una encerrona”, explican desde EVB.
Durante estos meses, Espacio Bellas Vistas ha intentado buscar una nueva morada para los más de doscientos socios y los muchos colectivos que cotidianamente hacen uso del lugar, pero el estado de la cuestión inmobiliario en el barrio lo ha hecho imposible hasta la fecha. “No tenemos a dónde ir. La especulación inmobiliaria está convirtiendo cada local de Tetuán en una vivienda o piso turístico”, explican.
La amenaza de cierre del Espacio Bellas Vistas viene a coincidir con la de desalojo que pesa sobre La Huerta de Tetuán, cuyo tejido hortelano ha convocado una concentración a las puertas de la junta de distrito este jueves, 9 de octubre. También comparten destino con la cooperativa de consumo Ecosol, que se está enfrentando judicialmente al fondo que compró el edificio donde llevan veinticinco años.
Algunos de los mayores dinamizadores vecinales del distrito de estos últimos años se revuelven ante el mandato individualista de los tiempos. Han dado sobrados motivos para creer que resistir, como también crear, está en su naturaleza. Mas necesitan del barrio para poder seguir adelante.
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