El Ayuntamiento de Madrid rechaza las alegaciones sobre el concurso del Dos de Mayo, lo mantiene desierto y deja en el aire la reforma
El jurado del concurso organizado junto al COAM mantiene la descalificación del proyecto que inicialmente eligió como ganador pese a las alegaciones de sus arquitectos. También deja en segundo lugar a su alternativa,
Los ganadores del concurso para reformar el Dos de Mayo reclaman al jurado contra su expulsión y defienden su proyecto
“Se ha otorgado el segundo premio y los dos accésits a los concursantes que han presentado la mejor propuesta según la ponderación de los criterios de valoración establecidos en las bases administrativas, de conformidad con el fallo del Jurado del concurso de fecha 18 de diciembre de 2024, revisado en fecha 5 de marzo de 2025”. Con esta declaración, el Ayuntamiento de Madrid pone fin al concurso que organizó junto al COAM para encontrar un diseño con el que reformar la plaza del Dos de Mayo, situada en el corazón de Malasaña.
El certamen se cierra con el rechazo de las últimas alegaciones: las del equipo inicialmente ganador del concurso, que fue descalificado durante una segunda revisión del jurado, y las de los segundos clasificados, que intentaron llevarse el primer premio después de esta descalificación y que finalmente no escalarán ningún puesto.
El documento del último acta del jurado, al que ha tenido acceso Somos Malasaña, rechaza de plano las reclamaciones del equipo que había sido elegido como el mejor diseño, Mise en abyme. La pasada primavera este equipo -estudio KAL A, Adrián Paterna y Gonzalo Peña- presentó alegaciones al considerar que se habían vulnerado sus derechos en el proceso y también defienden que su proyecto cumplía las bases del concurso, del que terminaron expulsados. El jurado, sin embargo, indica que sus actas “no constituyen actos recurribles mediante los recursos ordinarios o extraordinarios” y su publicación no vulneró el derecho de defensa. No obstante, deja la puerta abierta “a acudir a la jurisdicción contencioso-administrativa”.
En cuanto al incumplimiento de los términos del concurso, indica que “si la voluntad del concurso hubiese sido permitir propuestas que fuesen inviables por requerir modificaciones legales o urbanísticas, así lo hubiesen señalado las bases”.
También rechaza el jurado, compuesto por miembros del COAM, arquitectos, el director general de Obras y dos concejales del Ayuntamiento de Madrid, las alegaciones de los segundos clasificados, que reclamaban ascender al primer puesto y hacerse con el proyecto final. El acta refleja en respuesta a la reclamación de Xoan Manual Pérez Lorenzo que “la reordenación de las propuestas que propone el alegante se produciría con posterioridad a la ruptura del anonimato, lo que implicaría necesariamente que se fallase nuevamente el concurso conociendo la identidad de la propuesta ganadora”, algo que rechazan porque “el artículo 188.6 del TRLCSP establece taxativamente que deberá respetarse el anonimato hasta que el jurado emita su dictamen”.
Recreación del proyecto 'Sol y sombra', segundo premio del certamen
De esta forma, el segundo premio recáe de forma definitiva en el proyecto a Sol y Sombra, de Carlos Alberto Pita y Xoán Manuel Pérez Lorenzo, que se llevan 11.470,80 euros (IVA incluido). También se han otorgado dos áccesit de 1.210 euros a las propuestas Agua de Mayo, de Jorge García Anta y Fernando Eiroa Lorenzo, y La luna de Madrid, de María Milans del Bosch González y Proyectos Múltiplos.
El futuro de la plaza, en el aire
Una vez resuelto el concurso, falta por saber qué pasará con la reforma del Dos de Mayo que el alcalde Almeida prometió en su programa electoral. Desde el área de Obras se indica, en respuestas a preguntas de Somos Malasaña, que todavía no se ha tomado ninguna decisión al respecto.
Las intenciones de José Luis Martínez-Almeida se han encontrado con una fuerte oposición vecinal. En una votación en la que participaron cientos de habitantes de Malasaña, la renovación integral de la plaza fue rechazada de plano. La asociación de vecinos defiende que se arreglen zonas de este lugar icónico de Madrid, pero que no desaparezca el foso creado durante su última remodelación, que data de los años noventa. Y, en todo caso, exigen participación vecinal antes de que desde el consistorio se alumbre cualquier otro proyecto.