La ciudadanía ha respondido ante lo que considera un ataque frontal a nuestro patrimonio. La Lonja de mercaderes es una obra principal del renacimiento aragonés del siglo XVI y debe ser mimada como merece, no mutilada, compartimentada ni expuesta como una obra de baratillo.

Escuchar a Carmen Gómez Úrdañez, catedrática de Historia del Arte por la UNIZAR mientras habla sobre la Lonja, es un lujo que hoy hemos podido comprobar. Sus conocimientos y su generosidad nos muestran las claves para entender por qué es necesario que se quede este edificio civil tal y como está.

La singularidad y belleza de la Lonja debe permanecer intacta, tal y como ha llegado hasta nosotros. Somos simples herederos de un patrimonio que debemos proteger, conservar y entregar a las generaciones venideras. De nosotros depende que este legado sea entregado sin mácula.