He perdido tanta capacidad de atención y concentración que temo quedarme atrapado en un bucle mental de pensamientos rápidos sin conexión alguna con el mundo exterior.

La democracia debe ser lenta a la fuerza: es necesario que haya contrapesos y controles y enfriar los debates para no tomar decisiones en caliente y que haya decisiones pensadas para el medio y largo plazo. Solo esas reformas funcionan para mejorar la vida a la gente.

Se agradecen las dimisiones fulminantes y sin matices, tan poco frecuentes. Pero molesta, por no decir algo peor, que sólo se produzcan cuando se descubren los hechos, no cuando se cometen.

Me encantaría que la actualidad política tratase sobre política.